El número uno. El que encabeza todas las listas. Ser empresario es el camino perfecto para hacerte millonario. Dos terceras partes de los millonarios lo eligieron. Si tienes una idea sobre un producto o servicio y empiezas desde abajo lo puedes conseguir.

Vale cualquier negocio, desde los inmobiliarios hasta los de producción, pasando por los de servicios. También el tamaño: multinacional o empresa familiar.

Por el camino necesitarás persistencia, autodisciplina, delegar sin piedad y obsesionarte por el servicio al cliente. Empieza por poco y sueña con mucho.

2. Tener un buen empleo: El Camino Corporativo

Otra manera de conseguirlo es estar muy, muy bien pagado en tu compañía. Además de un sueldo más que aceptable que irás acumulando con frugalidad durante años, recibirás unos jugosos Bonus por buenos resultados.

Un 9 % de los millonarios lo ha conseguido así. Si te gusta el camino corporativo, nadas bien entre los politiqueos de empresa, te sabes levantar tras cien zancadillas, tienes dotes de mando y sabes ser diplomático aunque no te apetezca, éste es tu camino.

Una cierta afinidad con el servicio o producto que vendes no irá mal. Te ayudará a digerir horas de interminables reuniones, solitarias noches de hotel y largos viajes.

Eso si, prepara tu armazón. Prepárate para los ataques de envidiosos y competidores. Cuánto más subas más te dispararán. Míralo como un juego y sobrevivirás.

3. Ser un profesional liberal: El Camino de la Independencia

Es otro 9% de los ricos. Abogados, médicos, consultores especializados, dentistas o arquitectos cuentan con todos los boletos para acabar millonarios. Una vez reconocidos ya están en la pista rápida. Sus altos honorarios en sectores donde son superespecialistas les prejubilan millonarios.

Mira a tu alrededor: un buen abogado, un médico reconocido, o un dentista fiable siempre está muy demandado. Ellos ponen su precio y de ahí nunca bajan. Y el dinero no para de llegarles. Su clave consiste en que hacen muy (pero que muy) bien lo suyo. Una vez reconocidos su acumulación de dinero es imparable.

Aquí también es mas que recomendable que te guste tu trabajo, porque deberás hacerlo de por vida y cada vez mejor.

¿Ya has encontrado tu camino? En el próximo Boletín descubrirás los otros 3 caminos.

4. Una buena boda o hacerte famoso: el Otro Camino

En la película “Los caballeros las prefieren rubias”, Marylin Monroe dice: “¿Sabes que un hombre millonario es como una chica guapa? No te casarías con una chica solo porque es guapa, pero, ¿no ayuda?” Todo un resumen de lo que puedes leer en los periódicos sobre las bodas de ricos y famosos.

Casarte bien, muy muy bien, o convertirte en alguien famoso es el Otro camino. Oímos a todas horas hablar de bodas de ricos, actores famosos y otros personajes. Parece un camino fácil, pero no lo es. Aparte de las consideraciones éticas, casarse por dinero puede ser el peor de los caminos si el matrimonio no funciona.

Las fortunas de los famosos también suponen un trabajo. Como en todo, hay un camino a seguir y no está plagado de rosas precisamente. Nada aconsejable si no te gusta lo que haces. Es noticia por eso, porque no es algo común… aunque lo parezca.

¿Tienes una imaginación brutal? Pues ese es tu camino. No me refiero al doctor chiflado de las películas. (Aunque el también forma parte de esta vida). Sino a que hagas una fortuna con un artilugio, libro o método. Los que inventan cambian el mundo. ¿Por qué tu no? 

Es el camino menos conocido, pero igual de eficaz. La clave está en que patentes. Puede ser algo tan poco glamuroso como el post-it o la correa antipulgas para perros,…o algo tan popular como los libros de Harry Potter. Pero patenta sin piedad. Luego haz marketing de ese producto, incluso si el producto eres tú. Vende eso que nadie tiene. Registra ya esos muñecos que pueden protagonizar la próxima película de dibujos animados. Si tienes una buena idea in mente puedes vivir de ella el resto de tu vida.

Patenta todo lo que se te ocurra. Una de cada diez patentes fabrica un millonario. Así que vuela a la oficina de patentes si sospechas que algo funciona.

6. Las Ventas: el Camino de las Mil Posibilidades

¡Las Ventas! Un buen vendedor es impagable. Da igual que venda un proyecto para construir un museo, acciones, tornillos de latón o servicios de mensajería. El que consigue sacar dinero de un producto es el rey. Aquí está el otro 5% de los millonarios.

Pero está como mal visto. Es la profesión que nunca dirías en alto en una fiesta. La que muchos eligen por no tener otra. Y la mayoría abandona. Lo dejan por falta de técnica, porque las ventas son eso: técnica. Consiste en tener aguante para no tomarse un “NO” como algo personal. Y sobre todo: tener la perspicacia para saber que es exactamente el beneficio que obtiene un cliente de su producto.

Es una de las mejores profesiones del mundo. Porque todo es vender. ¿No vende un banquero inversiones o un actor sus películas?

Aquí la persistencia es más importante que nunca. Como son pocos los que duran, si consigues atravesar el desierto inicial, llegarás muy lejos. No necesitas una educación universitaria y puedes empezar pronto a coger experiencia.

¿Tienes ya tu Camino?